El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, ha sido completamente institucional y respetuoso de la División de Poderes, al afirmar clara y contundentemente que su gobierno respetará la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha declarado inconstitucional la subordinación de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas del país. Esta es una decisión de Estado que nos da un reflejo real de la dinámica institucional del país, alejado de lo que se maneja en los medios de comunicación corporativos y plagados de intereses de generar un pensamiento único que continuamente busca denostar a la Cuarta Transformación, en los hechos el presidente de la República ha dado muestra de ser un demócrata, que sin renunciar a los principios y convicciones, buscará bajo los medios que brindan las instituciones, realizar las reformas constitucionales para darle continuidad a su política de seguridad.

En el pasado inmediato, tanto en los tres sexenios anteriores y durante las décadas del poder hegemónico, se enarboló el discurso de la “real División de Poderes”; sin embargo, en la práctica, prevaleció el poder presidencial que subordinaba tanto al Poder Legislativo como al Poder Judicial, y en el cual no se encontraba espacio, ni en los medios de comunicación, ni en la sociedad civil, menos en las instituciones para el debate y mucho menos para disentir o criticar lo que se mandataba desde la presidencia de la República.

Si nos damos cuenta, a pesar del ambiente polarizado que existe en el país entre quienes conformamos el gobierno de la Transformación y los opositores, hoy en realidad se vive un espacio democrático en México y en Hidalgo, como no se había dado antes; cualquiera puede opinar y expresarse libremente, los medios de comunicación no son censurados, y el aparato gubernamental no se ha desviado en aplanar a sus opositores a través de represión, violencia u hostigamiento; este ambiente de libertades es el propicio para que en el diseño institucional cada uno de los poderes cumpla con la función de ser contrapeso de los demás poderes y garantizar el estado de derecho y la gobernanza democrática.

Para muchos, el fallo de la Corte pareciera un revés a las políticas del Gobierno Federal; sin embargo, el propio presidente de la República ha hecho un llamado muy importante para obtener una mayoría calificada en el Congreso de la Unión, y con ello poder aprobar en 2024 su política de fortalecer a la Guardia Nacional, alejada de las enormes tentaciones de la corrupción y del desquicio de un García Luna, que tomase el control y llevase a México nuevamente al derramamiento de sangre y al uso faccioso de la seguridad pública en beneficio de mafias o de intereses ajenos al interés nacional.

El debate de la adscripción de la Guardia Nacional debe seguir siendo amplio y profundo, los demás Poderes deben manifestarse y justificar sus decisiones y posturas; este debate debe llevarnos a los fines para lo cual hemos requerido con urgencia una corporación policiaca nacional que trabaje en disminuir los índices de violencia y en consolidarse en una guardia profesional que vele por la seguridad integral de todas las personas, teniendo elementos altamente capacitados con una profunda sensibilidad en el respeto a los derechos humanos; sin duda no es una tarea fácil, pero sí es una tarea de Estado que implica trascender las diferentes vicisitudes y perfilarla en el mediano y largo plazo como una guardia que sirve a su propio pueblo y que en esta misión encuentre su constitución ética y moral.

Más allá del debate en los medios de comunicación entre blanco y negro, vencedores y vencidos, todos somos conscientes que las policías municipales y las policías estatales al día de hoy, son incapaces de articularse y hacerle frente a los enormes flujos de dinero sucio y al avasallador brazo armado de la delincuencia organizada; requerimos y necesitamos en los municipios, en las entidades federativas y en todas las regiones del país, una Guardia Nacional que haga frente a los graves problemas de inseguridad, y que además esté blindada en contra de las tentaciones de la corrupción y de la intromisión de la delincuencia, para que transitemos a un país que viva en paz como el medio garante para generar bienestar, seguridad y desarrollo a nuestro pueblo.

Las grandes transformaciones que necesita México después de décadas de corrupción, desigualdad, injusticia y marginación, no se van a lograr en un sexenio, por ello, si bien falta poco más de un año para el proceso electoral de 2024, es propicio reflexionar sobre los proyectos de largo aliento y mantener una política que brinde resultados reales como claramente lo es la política de seguridad pública propuesta por la Cuarta Transformación, reiterando que esta política obedece a la máxima de: no venimos a hacer la guerra, si no a construir la paz.

“… La transformación exige grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

En estos últimos días se está viviendo al máximo la efervescencia política de dos procesos electorales muy relevantes, que son la antesala de lo que serán las elecciones más importantes y concurridas de nuestra historia, las de 2024; fungiendo como pequeño laboratorio de todo aquello que podrá suceder el próximo año, se están disputando las gubernaturas del Estado de México y de Coahuila, en ambas entidades nunca se ha experimentado la alternancia política, y se mantiene como sucedía hace poco en Hidalgo, el control priísta en las dos entidades.

En medio de este proceso electoral tan intenso se suscitaron dos situaciones muy interesantes para la reflexión política; por un lado el Partido del Trabajo compite en el Estado de Coahuila por la gubernatura de manera directa a través de su candidato Ricardo Mejía, es decir no va en coalición con ningún otro partido; por el otro lado, Gerardo Fernández Noroña ha manifestado su interés de ser candidato a la presidencia de la República en 2024, realizó un reclamo enérgico para ser considerado como tal en las menciones de que realiza el presidente de la República y solicitarle que no intervenga en favor de nadie en el proceso de selección de candidato o candidata ante la inminente coalición de partidos para el 2024.

Ambos sucesos nos manifiestan que no existe aliado pequeño y que en democracia todos suman cuando está de por medio un proyecto de Nación; y es así que lo ha manifestado la dirigencia nacional del Partido del Trabajo, recordando que ha sido el único partido que desde hace 23 años ha acompañado la lucha por la transformación del país encabezada por el hoy presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, primero en el 2000 en la elección para la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, en las elecciones de 2006, 2012 y 2018 para la Presidencia de la República, siendo el único partido que siempre le ha dado su respaldo incondicional, dejando de manifiesto que el Partido del Trabajo formará parte de la coalición que buscará en 2024 darle continuidad a la Cuarta Transformación del país, conjuntamente con los partidos Morena y el Partido Verde Ecologista; sin embargo, es muy importante destacar que el punto central y el punto de encuentro NO es la repartición de espacios y puestos de poder; sino es contribuir a un cambio de modelo y de sistema que de manera pragmática se ha denominado la Cuarta Transformación y que lleva implícito la conducción del país en sentido contrario al neoliberalismo, garantizar la soberanía energética, una profunda visión nacionalista y el humanismo mexicano que permita gobernar con un profundo sentido social, anteponiendo a los más necesitados y lograr romper con la inercia de inequidad y desigualdad aún existente.

Los desencuentros claramente expresados por el aspirante a la presidencia por el Partido del Trabajo, el Diputado Federal Fernández Noroña, haciendo un llamado en contra de la exclusión y el sectarismo; y la decisión de presentar un candidato propio en el Estado de Coahuila, quien llegará de esa misma manera al día de la jornada electoral sin declinaciones en favor de ningún otro candidato; son una manifestación de la libre autodeterminación a la que tiene derecho cualquier partido que integra un movimiento y una coalición; considerando que estamos hablando de dos cosas distintas, pero complementarias, quienes estamos participando en la transformación del país provenimos de muy diversas expresiones y de múltiples corrientes políticas, las cuales fuimos convocadas por el compañero presidente Andrés Manuel, a quien reconocemos como el líder máximo de nuestro movimiento.

Lo que nunca ha estado en duda ni tampoco se puede cuestionar es la relevante aportación que ha tenido el Partido del Trabajo, no solo a nivel de números en términos de una coalición electoral, sino en consistencia y mística de representar aquellos sectores de la sociedad que se sienten claramente identificados con una visión de izquierda y que desde hace décadas participan en política representados con las causas que promueve el Partido del Trabajo y la lucha de masas organizando múltiples sectores en torno a dignificar el trabajo a lo largo y ancho del país.

Estos acontecimientos con los cuales el Partido del Trabajo ha sido noticia nacional, son una invitación a que en cualquier movimiento la inclusión, el respeto y el reconocimiento a la aportación que cada uno de sus integrantes brinda, son fundamentales para la construcción de la unidad y con ello garantizar la continuidad de la transformación del país.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

En estos últimos días se está viviendo al máximo la efervescencia política de dos procesos electorales muy relevantes, que son la antesala de lo que serán las elecciones más importantes y concurridas de nuestra historia, las de 2024; fungiendo como pequeño laboratorio de todo aquello que podrá suceder el próximo año, se están disputando las gubernaturas del Estado de México y de Coahuila, en ambas entidades nunca se ha experimentado la alternancia política, y se mantiene como sucedía hace poco en Hidalgo, el control priísta en las dos entidades.

En medio de este proceso electoral tan intenso se suscitaron dos situaciones muy interesantes para la reflexión política; por un lado el Partido del Trabajo compite en el Estado de Coahuila por la gubernatura de manera directa a través de su candidato Ricardo Mejía, es decir no va en coalición con ningún otro partido; por el otro lado, Gerardo Fernández Noroña ha manifestado su interés de ser candidato a la presidencia de la República en 2024, realizó un reclamo enérgico para ser considerado como tal en las menciones de que realiza el presidente de la República y solicitarle que no intervenga en favor de nadie en el proceso de selección de candidato o candidata ante la inminente coalición de partidos para el 2024.

Ambos sucesos nos manifiestan que no existe aliado pequeño y que en democracia todos suman cuando está de por medio un proyecto de Nación; y es así que lo ha manifestado la dirigencia nacional del Partido del Trabajo, recordando que ha sido el único partido que desde hace 23 años ha acompañado la lucha por la transformación del país encabezada por el hoy presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, primero en el 2000 en la elección para la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, en las elecciones de 2006, 2012 y 2018 para la Presidencia de la República, siendo el único partido que siempre le ha dado su respaldo incondicional, dejando de manifiesto que el Partido del Trabajo formará parte de la coalición que buscará en 2024 darle continuidad a la Cuarta Transformación del país, conjuntamente con los partidos Morena y el Partido Verde Ecologista; sin embargo, es muy importante destacar que el punto central y el punto de encuentro NO es la repartición de espacios y puestos de poder; sino es contribuir a un cambio de modelo y de sistema que de manera pragmática se ha denominado la Cuarta Transformación y que lleva implícito la conducción del país en sentido contrario al neoliberalismo, garantizar la soberanía energética, una profunda visión nacionalista y el humanismo mexicano que permita gobernar con un profundo sentido social, anteponiendo a los más necesitados y lograr romper con la inercia de inequidad y desigualdad aún existente.

Los desencuentros claramente expresados por el aspirante a la presidencia por el Partido del Trabajo, el Diputado Federal Fernández Noroña, haciendo un llamado en contra de la exclusión y el sectarismo; y la decisión de presentar un candidato propio en el Estado de Coahuila, quien llegará de esa misma manera al día de la jornada electoral sin declinaciones en favor de ningún otro candidato; son una manifestación de la libre autodeterminación a la que tiene derecho cualquier partido que integra un movimiento y una coalición; considerando que estamos hablando de dos cosas distintas, pero complementarias, quienes estamos participando en la transformación del país provenimos de muy diversas expresiones y de múltiples corrientes políticas, las cuales fuimos convocadas por el compañero presidente Andrés Manuel, a quien reconocemos como el líder máximo de nuestro movimiento.

Lo que nunca ha estado en duda ni tampoco se puede cuestionar es la relevante aportación que ha tenido el Partido del Trabajo, no solo a nivel de números en términos de una coalición electoral, sino en consistencia y mística de representar aquellos sectores de la sociedad que se sienten claramente identificados con una visión de izquierda y que desde hace décadas participan en política representados con las causas que promueve el Partido del Trabajo y la lucha de masas organizando múltiples sectores en torno a dignificar el trabajo a lo largo y ancho del país.

Estos acontecimientos con los cuales el Partido del Trabajo ha sido noticia nacional, son una invitación a que en cualquier movimiento la inclusión, el respeto y el reconocimiento a la aportación que cada uno de sus integrantes brinda, son fundamentales para la construcción de la unidad y con ello garantizar la continuidad de la transformación del país.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

Esta semana es muy significativa para todo el pueblo de México, ya que conmemoramos el día de las madres, el 10 de mayo se ha convertido en una fecha especial y relevante en la cultura, así como en las tradiciones de México, ya que no existe hogar en el cual no se honre a todas las madres integrantes de la familia, o aquellas que han partido de este mundo y que se mantienen vivas a través de la memoria.

El día de las madres en nuestro país es una celebración que se inició por allá del año de 1922, reconociéndose como una iniciativa periodística del entonces secretario de Educación Pública Rafael Alducín, quien fuera fundador del periódico Excélsior, tal convocatoria para conmemorar el día de las madres contó con el beneplácito del entonces presidente de la República Álvaro Obregón. Sin duda el sistema educativo nacional ha contribuido en arraigar esta bella tradición, realizándose emotivos festivales, en donde las niñas y niños preparan algún número artístico, una obra de teatro, una poesía coral, algún bailable y se presenta en un festival enmarcado por las emocionadas madres de ver en el escenario a sus hijas e hijos.

Deseo aprovechar para felicitar a todas las madres por su celebración del día 10 de mayo; a diferencia del 8 de marzo que se conmemora el Día Internacional de la Mujer como fecha para reflexionar en el avance en el empoderamiento de los derechos de las mujeres; deseo compartir con ustedes una reflexión en torno a esta fecha del 10 de mayo, que si bien sirve para volcarnos en detalles, afecto y amor hacia nuestras madres; también, es muy importante el replantearnos el rol de las nuevas masculinidades entorno a esta bella tradición popular de celebrar a las mamás.

Las nuevas masculinidades se pueden entender como la convicción que tenemos los varones de poder transitar a una sociedad igualitaria, en la cual el significado tradicional de la hombría o de ser varón tiene que modificarse a las nuevas circunstancias que permitan un diálogo en la sociedad, que replantee y modifiquen los roles tradicionales de lo que comúnmente decimos que son las cosas que corresponden a los hombres. Las nuevas masculinidades buscan el desarrollo de la libre personalidad, indistintamente del género, y promueve la igualdad entre hombres y mujeres; por lo tanto, apostar a nuevas masculinidades implica romper con el pensamiento tradicional y con los roles preestablecidos para poder propiciar una convivencia en sociedad que no deje en desventaja a las mujeres, y que nos permita compartir roles que abonen a la buena convivencia y propicie una sociedad mucho más digna, justa e igualitaria.

Por lo tanto, a propósito del día de las madres, invito a que como sociedad asumamos un rol de mayor involucramiento en las tareas que tradicionalmente son asignadas a las mujeres y en especial a las madres de familia, todavía existe una enorme brecha laboral y es altamente significativo el trabajo no remunerado. Ser mujer y ser madre significa, actualmente en nuestro país, una desventaja competitiva y social, ya que son enormes los roles y funciones que tradicionalmente se le asignan a las mujeres por el hecho de ser mujeres, y además, es una doble carga a aquellas mujeres que son madres.

En promedio se estima que son casi 10 horas de trabajo no remunerado las que dedican las mujeres en los hogares; se aumentó en un 80.5% el trabajo no remunerado de mujeres con hijas e hijos menores de 10 años durante la pandemia; en promedio las mujeres llevan a cabo al menos 2.5 o 3 veces más trabajo de hogar y de cuidados no remunerados que los hombres; el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados se estima en casi el 16% del Producto Interno Bruto.

Ratifico mi compromiso como legislador de asumir una posición por la constante progresividad de los derechos de todas las mujeres, reconociendo en todas un papel fundamental en la construcción de nuestra sociedad, y también, reconociendo en aquellas que son madres un esfuerzo extraordinario en educar y formar a nuestras infancias y juventudes, labor en la cual convocó a mayor involucramiento por parte de los padres de familia; aunado de reconocer el enorme trabajo y esfuerzo que desarrollan en cada uno de sus hogares, ya que existen muchísimas familias monoparentales, en las cuales son las madres el único pilar.

Reitero mi posición de seguir trabajando constantemente para generar desde el espacio legislativo políticas públicas que igualen la desventaja actual de millones de madres de familia, que representan un aporte sustantivo a la sociedad y a la economía del país. Muchas felicidades a todas las madres en su día.

“… La transformación exige grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, ha sido completamente institucional y respetuoso de la División de Poderes, al afirmar clara y contundentemente que su gobierno respetará la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha declarado inconstitucional la subordinación de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas del país. Esta es una decisión de Estado que nos da un reflejo real de la dinámica institucional del país, alejado de lo que se maneja en los medios de comunicación corporativos y plagados de intereses de generar un pensamiento único que continuamente busca denostar a la Cuarta Transformación, en los hechos el presidente de la República ha dado muestra de ser un demócrata, que sin renunciar a los principios y convicciones, buscará bajo los medios que brindan las instituciones, realizar las reformas constitucionales para darle continuidad a su política de seguridad.

En el pasado inmediato, tanto en los tres sexenios anteriores y durante las décadas del poder hegemónico, se enarboló el discurso de la “real División de Poderes”; sin embargo, en la práctica, prevaleció el poder presidencial que subordinaba tanto al Poder Legislativo como al Poder Judicial, y en el cual no se encontraba espacio, ni en los medios de comunicación, ni en la sociedad civil, menos en las instituciones para el debate y mucho menos para disentir o criticar lo que se mandataba desde la presidencia de la República.

Si nos damos cuenta, a pesar del ambiente polarizado que existe en el país entre quienes conformamos el gobierno de la Transformación y los opositores, hoy en realidad se vive un espacio democrático en México y en Hidalgo, como no se había dado antes; cualquiera puede opinar y expresarse libremente, los medios de comunicación no son censurados, y el aparato gubernamental no se ha desviado en aplanar a sus opositores a través de represión, violencia u hostigamiento; este ambiente de libertades es el propicio para que en el diseño institucional cada uno de los poderes cumpla con la función de ser contrapeso de los demás poderes y garantizar el estado de derecho y la gobernanza democrática.

Para muchos, el fallo de la Corte pareciera un revés a las políticas del Gobierno Federal; sin embargo, el propio presidente de la República ha hecho un llamado muy importante para obtener una mayoría calificada en el Congreso de la Unión, y con ello poder aprobar en 2024 su política de fortalecer a la Guardia Nacional, alejada de las enormes tentaciones de la corrupción y del desquicio de un García Luna, que tomase el control y llevase a México nuevamente al derramamiento de sangre y al uso faccioso de la seguridad pública en beneficio de mafias o de intereses ajenos al interés nacional.

El debate de la adscripción de la Guardia Nacional debe seguir siendo amplio y profundo, los demás Poderes deben manifestarse y justificar sus decisiones y posturas; este debate debe llevarnos a los fines para lo cual hemos requerido con urgencia una corporación policiaca nacional que trabaje en disminuir los índices de violencia y en consolidarse en una guardia profesional que vele por la seguridad integral de todas las personas, teniendo elementos altamente capacitados con una profunda sensibilidad en el respeto a los derechos humanos; sin duda no es una tarea fácil, pero sí es una tarea de Estado que implica trascender las diferentes vicisitudes y perfilarla en el mediano y largo plazo como una guardia que sirve a su propio pueblo y que en esta misión encuentre su constitución ética y moral.

Más allá del debate en los medios de comunicación entre blanco y negro, vencedores y vencidos, todos somos conscientes que las policías municipales y las policías estatales al día de hoy, son incapaces de articularse y hacerle frente a los enormes flujos de dinero sucio y al avasallador brazo armado de la delincuencia organizada; requerimos y necesitamos en los municipios, en las entidades federativas y en todas las regiones del país, una Guardia Nacional que haga frente a los graves problemas de inseguridad, y que además esté blindada en contra de las tentaciones de la corrupción y de la intromisión de la delincuencia, para que transitemos a un país que viva en paz como el medio garante para generar bienestar, seguridad y desarrollo a nuestro pueblo.

Las grandes transformaciones que necesita México después de décadas de corrupción, desigualdad, injusticia y marginación, no se van a lograr en un sexenio, por ello, si bien falta poco más de un año para el proceso electoral de 2024, es propicio reflexionar sobre los proyectos de largo aliento y mantener una política que brinde resultados reales como claramente lo es la política de seguridad pública propuesta por la Cuarta Transformación, reiterando que esta política obedece a la máxima de: no venimos a hacer la guerra, si no a construir la paz.

“… La transformación exige grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

Apreciados lectores, esta semana veo propicia mi colaboración en este medio para que reflexionemos sobre la importancia del derecho a la información en la construcción democrática de nuestro país y de Hidalgo.

La transparencia en México es un tema que se ha introducido conforme la llegada del siglo XXI; tiene como primer antecedente la necesaria reforma política que se dio en el gobierno del presidente José López Portillo. Recordemos que llegó al poder con una enorme crisis de legitimidad al haber sido candidato único a la presidencia de la República y que ningún otro partido haya postulado candidato alguno ante las enormes condiciones de inequidad establecidas por la hegemonía que se dictaba desde Los Pinos hacia el partido oficial; por lo tanto, en el año de 1977 se presentaron toda una serie de reformas políticas, que entre otros resultados dieron la pauta para sentar bases hacia la transición democrática de México.

Una de estas reformas fue adicionarle al artículo sexto Constitucional que el Estado sería responsable del acceso a la información; sin embargo, no se generaron ni leyes secundarias ni los mecanismos institucionales para que el Estado mexicano cumpliera con este precepto constitucional. Así se llegó al año 2000 donde se creía que las grandes expectativas de cambio pregonadas por Vicente Fox iban a repercutir en el rediseño del Estado mexicano para transitar a los cambios democráticos, por los cuales cientos de miles de mexicanas y mexicanos lucharon y se manifestaron desde décadas atrás, estas expectativas se diluyeron ante la incapacidad de generar los consensos necesarios y realizar las reformas democráticas que exigía nuestro país; una de las más importantes demandas era precisamente generar las leyes secundarias y los mecanismos para hacer efectivo el derecho de acceso a la información; el gobierno pasmado de Fox no tuvo la iniciativa; fue nuevamente la sociedad civil organizada, en lo que se conoció como el grupo Oaxaca conformado por intelectuales, periodistas y académicos quienes redactaron la primera ley de acceso en nuestro país; teniendo en 2002 la primera ley federal de transparencia en México; importante mencionar que existe un antecedente a nivel estatal con la ley de acceso de Jalisco de 2001.

A partir de este antecedente de la primera ley de acceso a la información en el año 2002, ha sido un avance gradual, paulatino y lento para que se cumplan los verdaderos objetivos de la transparencia y se garanticen como derechos fundamentales el acceso a la información pública y la protección de los datos personales; al hablar de estos dos temas, estamos hablando de derechos que han sido positivizados en la Constitución General de la República y que además se han generado leyes de carácter general, teniendo las entidades federativas la obligación de armonizar y que se han creado los grandes sistemas nacionales de transparencia y protección de datos con sus respectivos sistemas estatales en cada una de las entidades federativas.

La más reciente e importante reforma en esta materia se dio en 2014, esta reforma de carácter constitucional dio autonomía al organismo garante nacional de tutelar el derecho de acceso a la información y la protección de datos el INAI; propiciando la autonomía los organismos de cada una de las entidades federativas; de igual manera, se ampliaron los entes e instancias públicas.

El pasado 26 de febrero se llevó a cabo una convocatoria para que en diversas plazas públicas del país se manifestaran en contra de la denominada plan B de la más reciente reforma electoral a las leyes secundarias del sistema electoral de nuestro país; como demócrata y ciudadano celebro y soy un convencido del derecho que tenemos todas las mexicanas y mexicanos a la libre manifestación de las ideas y al derecho irrenunciable a la libertad de expresión; lo que no se ha difundido con precisión es el que se haya realizado esta convocatoria sin ningún signo de violencia y en completa paz, y sobre todo sin represión o sabotajes por parte del gobierno como sucedía anteriormente a 2018, es signo del avance democrático y de la fortaleza institucional que vivimos en nuestro país y que en gran medida es producto de la nueva forma de hacer política en el actual gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Me llamó mucho la atención el escuchar que quienes se manifestaron bajo la consigna El #INENoSeToca en sus propias declaraciones coincidían con lo planteado de realizar una reducción de los recursos asignados a los partidos políticos y de bajar sustancialmente los costos de operación y burocracia del Instituto Nacional Electoral.

Es por ello que con conocimiento de causa afirmo que el INE si se toca, tal y como se deben tocar en democracia todas las instituciones del Estado, ya que en un sistema democrático las reformas planteadas por el Ejecutivo, obedecen a la confianza depositada de quienes reside la Soberanía y tal como lo expresa la Constitución radica en el pueblo; pero además, por primera vez en la historia contemporánea de México existe una real división de poderes, lo que genera un sistema eficaz de contrapesos, en el cual la Cámara de Diputados como el Senado, en donde por cierto están representadas todas las fuerzas políticas del país, han aprobado por mayoría las reformas electorales que son motivo de estas manifestaciones que en síntesis reducen drásticamente el ejercicio de los recursos públicos que venían utilizando los sistemas electoral y de partidos de nuestro país.

Reitero mi respeto a las y los ciudadanos que se han manifestado en contra de esta reforma electoral; sin embargo, también fue evidente la movilización de los más importantes grupos de interés que siguen aferrados a mantener o restablecer los privilegios y corruptelas con las cuales se han enriquecido con el dinero de pueblo.

Ninguna institución puede permanecer inamovible, más aún cuando en el caso del INE, ha sido secuestrada por los partidos políticos de siempre, que han servido como comparsas y que se han beneficiado de los fraudes electorales y de los recursos públicos; con esta reforma la Cuarta Transformación avanza para transitar a una democracia donde el sistema de partidos no nos cueste tanto a los ciudadanos y sea más competitivo, y construir un árbitro electoral, cuyos jefes sean el pueblo y no la cúpula de intereses privados que desean seguir lucrando con el erario público. Concluyo con la máxima que establece que sólo hay democracia ejerciendo el poder de las mayorías, y las reformas a las leyes secundarias en materia electoral obedecen al reclamo y la indignación de la gran mayoría que se llama el pueblo de México.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

Debemos de cambiar la idea, tal vez heredada de las generaciones que nos han antecedido, de que la información pública pertenece al gobierno y es éste el que dispone del monopolio de administrarla, incluyendo el “derecho” de ocultarla, convirtiéndose en una verdad de Estado; esta es la visión que prevaleció en el México de nuestros padres y abuelos, que les tocó vivir bajo un régimen hegemónico, en el cual no había poder más grande que el del Presidente de la República, apoyado por la maquinaria de su partido.

El México de hoy obligadamente vive una realidad muy distinta, producto de los grandes cambios y transformaciones políticas que se iniciaron en la segunda mitad del siglo XX a través de importantes movimientos sociales como el de los ferrocarrileros de 1958, el de los médicos de 1964, el de los estudiantes de 1968, aunado a las luchas democratizadoras que se opusieron al fraude electoral de 1988 y que permitieron la primera alternancia legislativa en 1997 y la salida del PRI de los Pinos en el año 2000, la resistencia civil pacífica en contra del fraude por la presidencia de 2006 y los lamentables acontecimientos de Iguala de 2014.

Todos estos acontecimientos que han cambiado las estructuras del poder político en el país y en nuestro estado, nos llevan a preguntar ¿de quién es la información que generan los gobiernos? la respuesta es que la información es de todos y todas, ya que así como la Constitución establece que la soberanía radica en el pueblo, de igual forma a nivel constitucional en el artículo 6° se ha establecido el principio de máxima publicidad, esto significa que toda información proveniente de cualquier autoridad, orden de gobierno, instancia o persona que ejerce recursos públicos está en la obligación de transparentar su gestión y de rendir cuentas de la toma de decisiones que realiza en el desempeño de un cargo o comisión.

La información es un bien de carácter público, que en la medida que se ejerce por parte de las y los ciudadanos el derecho al acceso a la información hace que las instituciones adopten nuevas rutinas organizacionales mejor provistas para la transparencia.

Por lo tanto, la opinión pública para que abone al debate social y construya propuestas con viabilidad, requiere obligadamente del ejercicio de cada persona a su derecho de acceso a la información; además, en el diseño institucional contemporáneo, en el caso de México, la transparencia gubernamental es un mandato de ley, pero también una disposición por parte de las instituciones que reconocen que la información que generan es un activo el cual debe de tener un aprovechamiento social, por ende ser proactiva.

Así que te invito a que ejerzas tu derecho de acceso a la información sobre cualquier asunto relacionado con tu interés y el de tu comunidad, y en caso que te nieguen la información hagas uso de los recursos establecidos a través de los organismos garantes de transparencia con la finalidad de que juntos como sociedad reeduquemos a nuestros gobiernos y les exijamos la adopción de estos valores democráticos, sólo en la medida en que ejerzamos sin concesiones nuestros derechos estaremos en posibilidad de abonar en el fortalecimiento del espacio público.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…”

Quienes gustan de mezquindades y denostaciones pensaban que la Cuarta Transformación se había minado por la supuesta derrota de no haberse efectuado la reforma constitucional en materia electoral; se equivocan ampliamente, y es que el discurso triunfalista de los adversarios y oposición al Presidente de la República quedó desdibujado por las reformas a las leyes secundarias en materia electoral en el país y de manera fáctica ante la disminución presupuestal que realizó la Cámara de Diputados Federal al INE; cierto sea de paso, la disminución de recursos en gran parte de los organismos electorales estatales por parte de los Congresos Locales de la Cuatro T.

Este año 2023, a pocos días de su arranque, tenemos claramente dos demostraciones de que nuestro movimiento, el movimiento del pueblo, el movimiento de transformación de la gente no solo avanza de manera contundente, sino que se consolida con el respaldo popular y mayoritario de los ciudadanos de a pie, dos claros ejemplos de ello:

El primero tiene que ver con la Cumbre de Líderes de América del Norte, a efectuarse en México, donde participan el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y fungirá como anfitrión el presidente Andrés Manuel López obrador. Los temas son sumamente relevantes en las relaciones de América del Norte y en el intercambio y cooperación de estos países; se abordarán temas que tienen que ver con el cambio climático, cuestiones de seguridad, cooperación en salud y uno de los temas sustantivos entre México y Estados Unidos que es la migración. Estas reuniones son sumamente trascendentes en la toma de decisiones que asumen cada uno de los países participantes y en donde México llega a esta reunión con un gobierno de transformación, consolidando una política exterior definida claramente por la defensa de la soberanía nacional; por la no intervención y la libre autodeterminación de los pueblos, pero ante todo, por una posición de respeto a nuestra patria y a su pueblo, con la dignidad con la que se ha conducido el Presidente López Obrador y que ha merecido el reconocimiento y respeto de las naciones y sus líderes.

La agenda está determinada entre los acuerdos que lleguen a tener México y Estados Unidos en materia migratoria; en los últimos años, y sobre todo posterior a la pandemia, el éxodo de connacionales, pero sobre todo de migrantes centroamericanos, de América del sur, así como de países caribeños, ha sido exponencialmente alto; esto marcará los resultados conjuntos de esta cumbre 2023.

Lo que la oposición y los adversarios a la Cuarta Transformación no dejaron de jactarse era que supuestamente el Presidente de los Estados Unidos Biden no había aceptado la invitación para que su avión aterrizara en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; los medios de comunicación contrarios y los intelectuales orgánicos centraron la trascendencia de esta reunión en lo trivial del supuesto rechazo del gobierno estadounidense a utilizar el nuevo AIFA; sin embargo, les salió el tiro por la culata, ambos líderes, tanto de Estados Unidos como de Canadá, harán el uso del aeropuerto de la 4T, construido en tiempo récord y de clase mundial, dando sendos coscorrones a quienes quisieron ver una derrota política del Presidente en este tema en particular.

El segundo ejemplo de fortaleza de la 4T es lo acontecido en Culiacán, Sinaloa, con la detención de Ovidio Guzmán, líder de la fracción de los menores del cártel del Pacífico, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias el chapo Guzmán; significa el avance de la estrategia en contra de la delincuencia organizada por parte del gobierno federal, ya que recordemos el famoso culiacanazo ocurrido en 2019, cuando el Presidente López Obrador tomó la difícil decisión de dejarlo en libertad después de haber sido detenido Ovidio Guzmán para no poner en grave riesgo la vida de más de 200 personas inocentes. El pasado 05 de enero, en una estrategia coordinada por las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, no sólo se detuvo a este importante capo de la delincuencia y el narcotráfico; sino que se logró contener la violencia que generó su detención y ponerlo ya a disposición de las autoridades judiciales para que se inicie de forma debida su proceso; suscribo lo expresado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana Federal Rosa Icela Rodríguez: no venimos a ganar una guerra, venimos a construir la paz.

“… La transformación exige de grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

Queridos lectores, nos encontramos ante el cierre de este año 2022, sin duda, cada uno de nosotros, en el ámbito de nuestras respectivas familias y amigos, aprovechamos el año que concluye para hacer un balance de todo aquello que logramos, pero también para reflexionar y plantearnos nuevas metas para el año venidero; lo mismo acontece en el espacio público, es por ello que dedico esta columna a realizar un balance general de este año y que conjuntamente focalicemos los retos que tenemos para el 2023.

Versa una entrañable canción popular muy ad hoc en estas fechas: yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas; en efecto, el 2022 nos dio la pauta para por primera vez transitar de un gobierno hegemónico y anquilosado, que mantuvo al Estado de Hidalgo en el rezago y la marginación por más de 90 años, al primer gobierno democrático que emergió de la oposición y que hoy contribuye a la Cuarta Transformación del país a través del liderazgo del Gobernador Constitucional Julio Ramón Menchaca Salazar; afortunadamente aplicó la máxima de que no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo aguante, nuevos aires de alternancia y transición corren por el Estado de Hidalgo.

En lo que respecta a mi papel como tu representante popular, perteneciente a uno de los distritos más dinámicos poblacional y económicamente de nuestro Estado, que es el que encabezo, el cual incluye los municipios de Mineral de la Reforma y Epazoyucan; nos definimos como una gestión de 100, y es que fueron más de 100 iniciativas presentadas a título personal y en conjunto que han tenido como finalidad contribuir con el nuevo gobierno para el rediseño que requieren las instituciones de nuestra entidad; no podemos aspirar a nuevos y profundos cambios bajo las mismas reglas del juego, por cierto amañadas que describen al pasado; fue así que en mi papel como diputado local y también como coordinador de la tercera fuerza política representada en el Congreso Local, que es el Partido del Trabajo; conjuntamente con mis compañeras y compañeros de bancada, hemos trabajado desde el inicio de la presente Legislatura en la Agenda para el rediseño institucional del Estado de Hidalgo que propicia el Estado de Derecho y la transición democrática de nuestra entidad.

En mi papel como presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso Local, cumplimos cabalmente con el compromiso del presupuesto 2023, que lo podemos definir como un presupuesto con rostro humano; se ratifica el reto, que estoy convencido asumirá el Gobierno del Estado, de realizar un ejercicio eficiente, eficaz, transparente y austero.

Todo gobierno democrático tiene un bono que le otorga la población en cuanto a su confianza; sin embargo, son muy amplias las expectativas que tiene el pueblo de Hidalgo; por lo tanto, reiteró que para este 2023 el compromiso de seguir entregando lo mejor de mí para poderte representar dignamente, en el entendido que quien manda es el pueblo y me corresponde ser puente en todo aquello que beneficie a la población; por lo que habré de trabajar muy de la mano con el gobierno estatal y federal para seguir dando resultados que impacten en bienestar de las familias hidalguenses.

Les deseo a todas y todos ustedes un 2023 venturoso y que se puedan cumplir sus deseos; estoy seguro de que compartimos como padre o madre de familia, que lo más queremos en la vida es que les vaya muy bien a nuestras hijas e hijos.

“… La transformación exige de grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

Quienes ejercemos la representación política del pueblo al ser diputadas o diputados ante el Congreso del Estado provenimos de muy diversos partidos políticos y representamos diferentes sectores de la sociedad, a través de nuestro conducto el pueblo forma parte de las deliberaciones más importantes; por lo tanto, deseo iniciar mi colaboración de esta semana expresando el profundo dolor ante el sensible fallecimiento de mi amiga y compañera diputada Lucrecia Lorena Hernández Romualdo; quién fue y seguirá siendo una digna representante de las personas con discapacidad que han luchado generacionalmente por una visibilidad que les permita modificar el marco normativo y acceder plenamente al ejercicio de sus derechos políticos y pugnar por políticas públicas que les permita su debida inclusión para acceder a todos los ámbitos de la vida con igualdad y justicia. Hasta siempre querida amiga.

El Congreso del Estado está integrado por 30 miembros que ejercemos el mandato del pueblo para una legislatura, actualmente nos encontramos en la 65 legislatura, y los trabajos legislativos se dividen en dos grandes períodos: el primero, que inicia en el mes de septiembre y que concluye el último día de diciembre, a este período le corresponde el análisis y discusión del paquete hacendario que turnó del Ejecutivo Estatal y permite el financiamiento para todas las acciones públicas, programas y políticas que ejerce un gobierno; la Constitución del Estado de Hidalgo nos ordena como prioridad para este primer periodo la aprobación de dicho paquete, que comúnmente denominamos el presupuesto del Estado; al segundo período que abarca de marzo a julio le compete, entre otras acciones, la revisión y aprobación de la cuenta pública.

Nos encontramos ante un momento histórico en la vida del Estado de Hidalgo, por primera vez tenemos un gobierno que emergió de la oposición y que son múltiples las expectativas por parte de la población para encontrar solución a los problemas públicos que nos aquejan en toda la geografía hidalguense, existiendo temas urgentes y sensibles para la población como lo son: los servicios de salud y el abasto de medicinas; la educación, la seguridad pública; y prácticamente reconstruir la infraestructura del Estado de Hidalgo; ya que gran parte de nuestras carreteras se encuentran en el abandono y con un enorme deterioro; pero ante todo lo comprometido por el gobierno de la Cuarta Transformación de la cual desde el poder legislativo formo parte, es erradicar en nuestras instituciones la corrupción que mucho rezago y marginación ha tenido como consecuencia en detrimento del pueblo.

Desde la Comisión de Hacienda y Presupuesto, la cual me honro en presidir, estamos trabajando para que todas las voces representadas en el Congreso logremos un presupuesto histórico; en primera instancia por el incremento sustantivo de poco más del 14 % con relación al de este año, y por el esfuerzo que se realizará desde el Ejecutivo Estatal para reducir significativamente los gastos superfluos y el gasto corriente para atender las necesidades prioritarias de toda la población, sin distingo de ideologías políticas; por lo tanto, la Cuarta Transformación va en serio a efecto de que el dinero público que nos pertenece a todas y a todos se ejerza de manera eficiente y eficaz.

De igual forma nos corresponde desde el Congreso Local la aprobación de las leyes de ingreso de los municipios y de todos los acuerdos tarifarios de los organismos descentralizados de la administración pública estatal; trabajo técnico que exige el análisis para que no haya cobros indiscriminados y posteriormente se pueden fiscalizar puntualmente los recursos que ejercen los 84 municipios del Estado.

El compromiso con relación al presupuesto 2023 es hacer un presupuesto con rostro humano que atienda las necesidades reales de la mayoría de la población y un ejercicio transparente y austero, tal como lo ha comprometido el Gobernador del Estado, Julio Menchaca Salazar, estoy convencido de que así se hará en beneficio de todas y todos los hidalguenses.

“… La transformación exige de grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

En un hecho histórico se llevó a cabo la marcha convocada por el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, el motivo central fue conmemorar los cuatro años de implementación de lo que se ha denominado la Cuarta Transformación de la vida pública de México; deseo reflexionar contigo por qué más de un millón de mexicanas y mexicanos salió a marchar en la Ciudad de México.

Los principales resultados de estos primeros cuatro años de gobierno tienen que ver con una nueva política social que permite el apoyo a la gente más necesitada; hoy por hoy tenemos el programa de forestación más grande del mundo, con el cual se están sembrando árboles madereros y frutales en todos los rincones del país y con ello apoyando económicamente a las zonas rurales de México; se brinda apoyo universal, ya consagrado en la Constitución, a los adultos mayores del país; se tienen becados a los estudiantes de educación media y superior, así como a madres de familia monoparentales y personas con discapacidad; con respecto a infraestructura se está realizando la vía férrea más larga del mundo, lo cual permitirá mejorar sustancialmente las condiciones económicas de los estados del sureste mexicano que tradicionalmente habían estado en el olvido; se tiene un avance considerable, a diferencia de lo ocurrido en sexenios pasados, de la refinería de Dos Bocas, lo que permitirá transitar a la autosuficiencia de combustibles, y a la par se ha desarrollado el parque de generación de energía solar más grande que se haya construido en nuestro país; es una realidad el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el cual además de ser una terminal aérea de clase mundial está haciendo un detonador de desarrollo en la región centro del país, a la cual pertenece el estado de Hidalgo; el salario mínimo ha pasado de $88 a $172, lo que es un incremento del 62 % en beneficio de la clase trabajadora.

Sin duda son muchos los retos que tiene por delante México como nación y el propio estado de Hidalgo apenas son los primeros cuatro años de cambio de un modelo económico y político con fuertes implicaciones sociales y culturales; siguen existiendo enormes resistencias por parte de aquellas clases privilegiadas que con una actitud conservadora se oponen a las transformaciones exigidas por el pueblo de México.

Esta nueva forma de hacer gobierno a nivel federal y a partir del mes de septiembre en nuestro estado de Hidalgo se le ha denominado Humanismo mexicano, esencia de la Cuarta Transformación que reconoce todo aquello que proviene de lo humano y de los ideales universales, entre ellos, la fraternidad, valora la grandeza cultural y esta visión se presenta en todos los ámbitos de las decisiones públicas, introduciéndole un verdadero sentido moral de trabajar incansablemente a través de la política por las mayorías representadas en el pueblo, poniendo a su disposición todas las capacidades gubernamentales en generar bienestar a la gente, teniendo como premisas fundamentales desterrar la corrupción y los privilegios, luchando en contra del clasismo, el racismo y de toda forma de discriminación.

“… La transformación exige de grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…”

La reciente reforma constitucional, que permite ampliar la presencia de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad pública, es una respuesta de Estado que obedece a una realidad que va más allá de la confrontación entre partidos y de la grilla política de adversarios, es por lo que el pasado viernes 21 de octubre recibimos en el Congreso Local al Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, quien fijó la postura del gobierno federal, y el pasado jueves 27 de octubre, después de un acalorado debate, se aprobó en el Congreso del Estado dicha reforma constitucional. Te comparto mi posición respecto a este tema sustantivo como lo es la seguridad pública.

Nadie puede negar que la presencia del Ejército Mexicano y de la Marina en las calles no es un tema de este sexenio; desde hace décadas han ido desempeñando diferentes tareas ante la real incapacidad de los municipios y de las entidades federativas de poder ofrecerle a la sociedad uno de los elementos prioritarios, por los cuales existe la institución que denominamos Estado, y cuya función básica es garantizar el ejercicio pleno de las libertades y la seguridad como medio para el desarrollo de los pueblos.

Por el momento se requiere una intervención pronta y eficaz de nuestras fuerzas armadas para frenar y erradicar la presencia del crimen organizado, la cual ha ido deteriorando el tejido social, generando un profundo dolor en la sociedad mexicana.

Osiris Leines no quiere que nuestros jóvenes sean arrancados de sus hogares y obligados a incorporarse a las sanguinarias filas de las organizaciones criminales, tampoco deseo atestiguar la frustración de familias despojadas de su patrimonio y obligadas a desplazarse por culpa de la delincuencia; tampoco deseo seguir viendo el caudal de sangre de gente inocente que anteriores gobiernos denominaron daños colaterales, producto de su insensibilidad.

Es muy fácil el cuestionamiento o la acusación, tomando como pretexto la entrega de una responsabilidad sustantiva a las fuerzas armadas; resulta en este momento muy fácil evocar el impulsar la profesionalización de las policías municipales y estatales; lamentablemente por lo menos en los 3 últimos sexenios anteriores a este, esos esfuerzos se desmoronaron ante la creciente corrupción y saqueo del financiamiento en materia de seguridad pública, y que tenemos a un ex secretario de Seguridad Federal y altos funcionarios de la seguridad pública presos en cárceles de los Estados Unidos, porque aprovechándose de una necesidad urgente como los es la seguridad pública, privilegiaron su enriquecimiento y la protección de verdaderas mafias del poder, a costa de la sangre y dolor de cientos de miles de familias de nuestro país.

Mi posición ante el Pleno del Congreso ha sido convocar a que reflexionemos y asumamos nuestro papel de verdaderos representantes del pueblo y reconozcamos la inaplazable decisión de brindar certeza jurídica y tomar una decisión de Estado que nos lleve realmente a pacificar el país con la cooperación de todas las instituciones, órdenes de gobierno, sociedad civil organizada, promoventes de los derechos humanos a efecto de que en los siguientes años realmente invirtamos en la reconstrucción de la seguridad pública desde lo local.

“… La transformación exige de grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.

A partir del día de hoy iniciaré de manera periódica un espacio de reflexión y análisis de todo lo que acontece en el espacio público, en cada oportunidad abordaré temas de relevancia para los municipios, las regiones de nuestro estado y el país, con la firme convicción de fortalecer la libertad de expresión y la libre discusión de las ideas, y no menos importante, reivindicar el derecho que tenemos como sociedad de informarnos y a su vez de formar un criterio capaz de criticar todo lo que concierne a lo público.

En este mi primer encuentro contigo planteó una pregunta: ¿por qué yo escribo? Entre otras, mi posible respuesta, yo he decidido escribir y publicar para generar opinión pública.

En el Estado liberal es fundamental la frontera entre lo público y privado. El concepto de privacidad tiene inicialmente una acepción de exclusión, por lo tanto, se concibe como todo aquello no involucrado con lo gubernamental. Un conjunto de privados, es decir que no tienen que ver con lo gubernamental, da surgimiento a lo que se denomina "el público", de ahí surge la opinión pública, es decir, las expresiones de agentes privados que no se convierte en opinión del Estado. Sin estar en lo gubernamental la opinión pública influye en la política, tiende a controlarla al señalar prioridades o criticarla. Lo privado se presenta como relevante cuando se le vincula con un conjunto de elementos positivos considerado merecedor de defensa y protección.

Contemporáneamente, la opinión pública se ejerce como un derecho de libertad de expresión, como un derecho de la libre asociación para tratar temas de interés común y externar críticas, comentarios, propuestas y opiniones en general por parte de las y los ciudadanos, que con el ejercicio de su libertad de expresión a través de ese grupo de personas individuales, sujetas de derechos, que sin necesidad de formar parte de una comunidad política institucionalizada, opinan con relación a los asuntos gubernamentales y públicos, como un mecanismo de contrapeso social y de señalamiento claro y puntual cuando han desvirtuado los objetivos públicos que persiguen las instituciones y los gobiernos.

En un estado democrático, el ejercicio pleno de derechos fundamentales permiten la existencia de una opinión pública, la cual permite elevar el debate público, imprimiéndole una visión crítica de lo que acontece en la sociedad; sin embargo, existen nuevos problemas que intentan dinamitar las posibilidades del ejercicio de estos derechos mencionados, los cuales tienen que ver con la garantía del Estado de Derecho y la seguridad; ya que en ausencia de estos dos importantes elementos, sin duda, se da pauta a la autoexclusión, la autocensura y propicia una indiferencia hacia todo aquello que representa el espacio común de lo público.

“… La transformación exige grandes objetivos que solo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.